Los mejores grupos y cantantes de rock de los 60 y 70 en México (y de otros países de habla hispana). La información aquí publicada es con el propósito de entretener y dar a conocer el rock en español de esa época. No hay interés comercial ni mucho menos ganancia lucrativa alguna.
Al igual que muchos músicos de los 50, no fueron rocanroleros por corazón, sencillamente, adaptaron el ritmo a su repertorio y de alguna manera, lo introdujeron en el ánimo y gusto juvenil, con el "visto bueno" de los padres porque lo interpretaban "Orquestas respetables" y no jóvenes rebeldes y estruendosos (jejeje), bueno, les dejo la reseña de este gran "hombre orquesta" mexicano. Saludos: GZ
Nació el 5 de Marzo de 1915 en Los Mochis, Sinaloa. Fueron sus padres Ladislao Rosas y Felipa Rodríguez. Radicó en Los Mochis, Sinaloa; en Nogales, Sonora; en Tijuana, Baja California; en Ensenada, B.C.; en Guadalajara, Jalisco. y en México, D.F. Estudió un año de Leyes y tres años en la Facultad de Química.
Hizo estudios musicales en la Escuela Libre de Música, con el Profesor José Vázquez. Su carrera artística la inició en la ciudad de México en 1953. Su primera obra musical fue "Ya no quiero sufrir", editada por la Editorial de Música Internacional.
La obra con la que tuvo mayores satisfacciones es "¿Quién será?" (en coautoría con Luis Demetrio) porque ha sido un Hit mundial, grabada por artistas internacionales. Esa pieza y el ritmo de su orquesta, le han valido un lugar dentro de la música latina.
Su música sirvió de fondo a varias películas entre las que destacan: México nunca duerme (1958) de Alejandro Galindo, Su Excelencia (1966) de Mario Moreno Cantinflas, Paso a la juventud (1957) con Tin-Tan y, Escuela de vagabundos (1954) con Pedro Infante y Miroslava.
La orquesta de Pablo Beltrán Ruiz grabó el sencillo instrumental Mexican rock and roll, (1956) considerado la primera pieza nacional que incorpora el incipiente ritmo que en pocos años llegaría a conocerse como La nueva música clásica, ya que es a partir de mediados de los cincuenta cuando la clase media mexicana va abandonando los ritmos latinos y se va fascinando con los ritmos sajones.
Su música no falta en los salones de baile y en toda recopilación no puede faltar “quien será la que me quiera a mi, quién será, quién será”.
Las orquestas la tocaban y sirvió de fuente de inspiración a varios creadores. Grupos de mambo, orquestas de danzón y de merengue, de cumbias y más tarde de salsa tomaron como modelo a este músico cuyos éxitos datan de 1953 y siguen sonando en diferentes idiomas y en diferentes películas como en 2006, este tema conocido en inglés como Sway sirvió de tema para la película X-Files, donde Dean Martín canta el conflicto amoroso de Rebecca Scully.
Las big bands de los años 40 influyeron notablemente en los directores mexicanos y en México hay notables ejemplos; en pleno siglo XXI las orquestas locales de los más lujosos hoteles y salones de baile siguen interpretando la música de Pablo Beltrán Ruíz. El Maestro Pablo Beltrán Ruiz falleció el 29 de julio de 2008.
No fue un rocanrolero ni era un jóven adolescente cuando la moda del rocanrol en México pero es uno de los mejores trompetistas de jazz que ha dado México. Les dejo esta reseña, mas que increíble. Saludos: GZ
El relato es de Pepe Morán, su hijo y también jazzista destacado, y del virtuoso Roberto Betuco Arballo, quienes recuerdan emocionados la visita que el músico norteamericano hizo a México en la década de los 80.
Marsalis, quien marcó la década de los ochenta con su espectacular irrupción sobre los escenarios jazzísticos del mundo, fue invitado por el gobierno mexicano a impartir algunos talleres de música, con énfasis en la ejecución de trompeta, su instrumento de dominio. Acudieron estudiantes y músicos en activo a los que el genial trompetista escuchó pacientemente, sin alterarse, impartiendo consejos para mejorar la técnica y explorar nuevos sonidos.
El entonces joven talento, quien incursionó en el jazz desde los 8 años de edad, llegó a México con un estupendo cartel, pues había colaborado con grandes leyendas del jazz como Sarah Vaughan, Dizzy Gillespie, Sweets Edison, Clark Ferry y Sonny Rollins. Al fondo del auditorio estaba el último asistente al taller, embarrado en la butaca, con la trompeta sobre las piernas, desganado, indiferente, que bajó al escenario cuando uno de los asistentes del músico invitado le preguntó si bajaría a mostrar sus habilidades.
Aquel hombre delgado, elegantemente vestido, influenciado por la moda “tintanesca”, bajó con calma desesperante, se posó en el escenario, se puso el instrumento en la boca y se aventó un fragmento de “Pianola”, composición de su inspiración que años más tarde le abrió las puertas de Europa y Oriente. Marsalis, quien después ganó 9 premios Grammy, se quedó clavado al piso, dejó de respirar y enajenado escuchó al legendario “Chilo” Morán. “¡..Se le cayeron los calzones…!
Marsalis, su amigo entrañable desde entonces, dijo: “así se toca el jazz, con fuego, con alma, sin alardes; no se necesita de virtuosismo, sino de corazón, así como lo toca el maestro Chilo..”
Dos historias, dos finales
Las de nuestro querido Chilo Morán y Marsalis son historias semejantes con finales diferentes. Ambos fueron introducidos a la música desde niños por sus padres, también músicos destacados. Ambos fueron “envenenados” por el jazz y ambos buscaron en los sótanos del género formas de comunicar los sentimientos de la humanidad más allá de las palabras, rompiendo las fronteras limitadas del idioma
El contrastante final de ambos radica en la cultura desigual de nuestros pueblos. Marsalis fue reconocido por la prestigiosa revista “Time Magazine” entre las 25 personas más influyentes de EE.UU y en 1997, dos años antes de la muerte del sinaloense, fue el primer músico de jazz que ganó el Premio Pulitzer en la categoría musical con el disco “Blood onthe Fields” (Sangre en los campos), una oratoria épica sobre la esclavitud.
Nuestro “Chilo”, con iguales o mayores méritos, solamente recibió un modesto homenaje en el teatro Ángela Peralta y se le recuerda y olvida, al alimón, como uno de los padres del jazz en México. Nació el 19 de noviembre de 1930 en el pueblo serrano de Concordia, Sinaloa. Hizo sus estudios primarios en Acaponeta, Nayarit, y a los doce años era ya primera trompeta en la orquesta de don Genaro Morán, su padre.
Al cumplir 18, emigró a la ciudad de México e ingresó a la Escuela Libre de Música, donde estudió solfeo con los maestros José Francisco Vázquez, Juan León Mariscal y Humberto Hernández.
Para sobrevivir en la entonces “región más transparente del aire” desempeñó varios oficios que apenas le daban para comer y pagarse los estudios. Después de muchos sufrimientos, integró su primera orquesta en 1951 y 4 años después, junto a Mario Patrón y otros excelentes músicos, grabó el primer disco de rock and roll en México, acompañando a la sensacional Gloria Ríos.
A partir de entonces, formó parte de las orquestas de Arturo Núñez, Ismael Díaz, Luis Alcaraz, Agustín Lara y Pérez Prado, con quien grabó su primera improvisación, la pieza “Pianola”, que le abrió las puertas de Europa y Asia. A su regreso de una gira con “El cara de foca”, inauguró el “Rigus”, donde se presentaban Víctor Ruiz Pazos, Mario Patrón y Tino Contreras, entre otros. Sin embargo, su faceta empresarial fracasó “pues el jazz en México no da para comer, mucho menos para sostener un proyecto de este tipo”, dijo. Luego abrió otro templo del jazz que también cerro “porque la musical y empresarial son actividades incompatibles”, reconoció.
Regresó a lo suyo como primera trompeta en la orquesta de Agustín Lara y solista en la de Chico O’Farrill, Henry Mancini, Paul Muriat, Sergio Méndez, Jerry Lewis y Frank Sinatra.
¡Abrió Bellas Artes!
A fuerza de insistencia, y bajo la idea de que el jazz es un género tan respetable como la ópera o la música de Mozart o Beethoven, logró que el suntuoso y discriminador Palacio de Bellas Artes, abriera sus puertas en 1962 para que por primera vez en su historia se presentara un grupo formal de jazz, dirigido por el sinaloense.
Cinco años más tarde realizó una gira por Estados Unidos, incluyendo Las Vegas, San Francisco, Chicago y Nueva York. Le acompañaron Lenny Andrade, como voz solista; Mario Patrón, en el piano; Víctor Ruiz Pazos, en el bajo; Rodolfo “Popo” Sánchez, en el saxofón alto; Javier Zainos, en la batería; y el “Negro” José de Jesús Muñoz, en las percusiones. El éxito fue completo. En 1980 fue contratado por la orquesta de Paul Mauriat para presentarse en países asiáticos y participó en el festival “Los Internacionales del Jazz”, alternando con otras leyendas mundiales del género.
Un tanto desanimado ante la poca respuesta de la sociedad mexicana hacia el jazz, inició una etapa como arreglista de diversos cantantes de baladas, como José José y Emmanuel. Pero aunque le fue muy bien económicamente, su pasión pudo más y en 1991 regresó al jazz haciendo un dúo magnífico con el pianista Leonardo Corona, con quien grabó el disco “Mexican Favorites”, una serie de arreglos en tiempo de jazz a temas populares mexicanos como “Negra Consentida”, “La Panchita” o “Cuando vuelva a tu lado”.
Gracias a su intervención, la UNAM realizó ciclos sobre el tema y, bajo su patrocinio, se organizaron festivales en Ciudad Universitaria. También participó en la prolífica industria cinematográfica y en la incipiente televisión. Colaboró como músico y actor en cintas de Tin Tan, “El Santo, el enmascarado de plata” y en la película “La Fuga de Carrasco” en 1987, así como en la telenovela “Si Dios me quita la vida”, al lado de Daniela Romo. En 1983 fue nombrado hijo predilecto de Concordia y al año siguiente el Gobierno del Estado de Sinaloa, DIFOCUR y el Ayuntamiento de Mazatlán, le rindieron un merecido homenaje. Un año antes de morir, recibió la medalla “Mario Ruiz Armengol”, máxima presea que otorga el Sindicato Único de Trabajadores de la Música.
En entrevista con el diario La Jornada en 1986, reproducida por Alain Derbez en su libro “El Jazz en México”,hizo una breve reflexión sobre la pobre difusión que los medios masivos mexicanos hacen del jazz: “antes si me sentía mal, pero hoy acepto que en nuestro país la educación musical no es como los músicos quisiéramos. Además, la gente no tiene la culpa ni la obligación de saber música; simplemente escucha lo que le ponen en la radio. Este último punto me hace reflexionar sobre el intento de los medios para ser incluyentes con los materiales que nuestro país propone, no como obligación sino como la misión propia de un eslabón que da continuidad a un trabajo realizado con la más alta de las expectativas cualitativas y cuantitativas…”.
“Chilo” dejó grabado su legado musical, su trompeta abrió puertas infranqueables, vinculó a la UNAM con el jazz, acompañó a muchos interpretes, reinventó el catálogo clásico de la música mexicana y, por si todo esto fuera poco, dejó a Pepe, su hijo, como muestra viva de que el jazz es prolongación genética que no morirá.
A los 68 años de edad, el jueves 8 de abril de 1999, a las 3:15 de la mañana, víctima de la diabetes dejó de existir en la ciudad de México uno de los más dignos y talentosos padres del jazz en México. Como a muchos otros, pueblo y gobierno sinaloenses le adeudan el justo reconocimiento a su talento y legado (Semblanza incluida en el libro La Patria Íntima/Todos Somos Sinaloa de Mario Martini)
Roberto Pérez Flores, nombre verdadero de Roberto Jordán, nació el 20 de febrero de 1943 en Los Mochis, Sinaloa, fué locutor de radio en Culiacán en los inicios de los 60, antes de convertirse en cantante.
Saltó a la fama en 1968, cuando se dió a conocer con Hazme una señal y El juego de Simón, sus primeros grandes éxitos que lo encumbraron como el cantante del momento, lugar que ocupó durante mucho tiempo.
Amor de estudiante, Rosa Marchita, No se ha dado cuenta, Amor de temporada, 1-2-3 detente, Café del Rock y Juegos en mi mente son sólo algunos de sus muchos éxitos discográficos; su participación en cine, TV y fotonovelas le dieron permanencia hasta finales de los años setenta.
Posteriormente estuvo un poco alejado de los medios para dedicarse a actividades deportivas y de negocios.
Regresó a los escenarios a mediados de los ochenta y se ha mantenido vigente a la fecha; incluso en el 2005 volvió a colocarse en los primeros lugares de popularidad, gracias a su nueva versión de Hazme una señal donde comparte créditos con el rapero Claudio Yarto, siguiendo vigente con participaciones esporádicas en eventos de rocanrol, siendo el mas reciente en Tlanepantla, Edo. de México, el pasado 17 de febrero de 2006 al lado de los originales Rockin Devils, los Teen Tops y Los Hnos. Carrión, entre otros. (Fuente: www.vibracionesdelrock.com)
ROBERTO JORDAN
(BREVE SEMBLANZA)
Se inició realmente en el año '66 pero fue hasta el año siguiente cuando empezó a oirse tibiamente con "Ninguna como tu", "Juntos y felices" o "Soy un creyente". Durante 1968 escaló rápidamente la escalera de la fama para convertirse en un cantante que duró mucho tiempo en la música popular.
Su primer éxito notable fue "Házme una señal" al que le siguieron "El juego de Simón" y "Palabras". Grabó cuatro LP's para la marca RCA entre 1968 y 1971 y logró acumular un buen número de canciones de gran difusión.
Siguiendo la costumbre de la época, su fama se canalizó en alguna película y programas de TV, logrando pasar a la década de los setenta con mucho renombre.... Localmente los importantes seguían siendo: Por un lado, Roberto Jordán con sus covers del año: Uno, dos, tres detente, Indio Tracalero, Miny miny many mo y la canción original Amor de estudiante.
A principios de los 70’s, continuó teniendo éxito en la misma línea con Rosa marchita, Nana hey hey adiós, Café del Rock y su mejor grabación de la época: No se ha dado cuenta.
(Fuente: Gonzalo Gutierrez, Canciones de nuestra época, vol. 3, 1998)
Nos comenta Pepe Ortega: "Buscando en la red algo de Roberto Jordan, encontré sólo una página con un articulo sobre el, hecha en U.S.A. por alguien de nombre Tom Walls, se menciona que éste artículo fue extraído de un libro llamado "Bubblegum is the naked truth", citando lo siguiente: "Roberto nació en Culiacan, Sinaloa, que al término de los 50 e inicio de los 60 cantaba por diversion, que a los 14 años trabajó en una estacion de radio como DJ. Sus primeras grabaciones fueron covers de la musica conocida como "bubblegum" de U.S.A., de grupos como "1910 Fruitgum Company" y Ohio Express por citar algunos.
El grupo que lo acompañó en esas grabaciones fueron "Los Zignos", menciona tambien que al parecer en algunas grabaciones lo acompañaron "los Dug Dug's".
Se hace mencion importante, que en estas grabaciones el sonido del órgano era mas profundo y que mejoro las canciones originales, sobre todo en 'Na na hey hey, adios' (cover del grupo Steam) y en " Te quiero" (cover de Joe south). De lo anterior tengo la duda del lugar de nacimiento de Jordan, ya que siempre se ha manejado que es oriundo de Los Mochis, Sinaloa.
El hecho de que en un libro de la historia de la musica bubblegum de U.S.A., contemplen a Roberto Jordan y hablen bien de él, es fabuloso".
Por último, dejo esto que encontré en la red: "Roberto Jordán es un líder indiscutido de su época dentro de la música que se denomino bubblegum. El nació en el estado de Sinaloa, México y comenzando la década de los sesenta comenzó a cantar como diversión y su primer empleo fue detrás de un micrófono como D.J.
Después de varios años en México sin un representante masculino de la nueva ola, apareció en 1968 Roberto Jordán, que fue recibido por la juventud como algo especial pues se impuso con su estilo y su figura y no solo como cantante, pues también trabajó en cine.
Le agrada cantar y lo hacia con sus amigos en centros nocturnos que estaban de moda en aquellos años. Ellos aparecían interpretando temas de rock and roll; pero una noche fue escuchado por representante de la casa RCA-Víctor y recibe una oferta con la posibilidad de que escogiera los temas.
En 1965 un trabajo que pasa sin atención y mas tarde edita “Hazme Una Señal “, una versión de “Give Me Just A Little Sing” de Brenton Wood. Después aparece “Soy Un Creyente “, aquí otra versión, esta vez del tema “I’m a believer” del grupo norteamericano The Monkees y del otro lado “Juntos Felices“ un tema de The Turtles originalmente titulado “Happy Together”.
Estos temas en su país no lograron repercusión; pero sirvieron para darlo a conocer en Centro y Sur América, donde se convirtió en un gran ídolo. Más tarde con “Amor De Estudiante”, una canción compuesta para él y que finalmente paso a ser un éxito total hasta convertirse en un himno en sus presentaciones.
En sus inicios imitaba a cantantes de la época, como a Cesar Costa y Enrique Guzmán; pero finalmente se independiza de esas imitaciones y ya aparece como un artista propio. Otro tema que logro cautivar a la juventud de la época fue “No Se Ha Dado Cuenta”, un tema creado por Juan Gabriel, que era casi desconocido en aquellos años.
Roberto Jordán logró una extensa carrera, con veinte discos y un sin fin de presentaciones en el continente latinoamericano que incluyeron un interminable numero de versiones de temas norteamericanos que se tradujeron al español; pero logrando versiones con un estilo muy propio, alta dignidad y respeto por el público.
Dentro de esos temas se pueden mencionar algunos como “El Juego De Simón”, “1, 2, 3 Detente”, “9-10 Me Quieres Otra Vez” y “Castillos De Algodón”, versiones de los temas “Simple Simon Says”, “1,2,3 Red Light”, “9-10 Let's do it again” y “1910 Cotton Candy Castle” del grupo 1910 Fruitgum Company y “Voy A Meterme En Tu Corazón” y “Mercy” en este caso versiones de “Giant Step Into Your Heart” y Mercy” del afamado grupo Ohio Express.
En la mayoría de las ocasiones Jordán aparecía acompañado del grupo Los Zignos, un grupo musical de estudio; pero que lograron un acople muy especial por poseer el mismo interés musical que el cantante y con el sonido del órgano daban frescura y felicidad en sus presentaciones. El retiro de Roberto Jordán sucedió en plena fama; pero el continuo realizando esporádicas apariciones en clubes nocturnos dentro y fuera de México y lo hace junto a agrupaciones de sus mismos años y siempre es recibido con amor y cariño por un publico que lo recuerda como en sus mejores tiempos."
Últimos comentarios