Nacida en Santiago de Chile el 23 de enero de 1938.
Su indiscutible talento musical, voz y carisma, hicieron de esta cantante chilena, la más grande y cotizada intérprete femenina de fines de la década de los 50 y principios de los 60, ya que al ser poseedora de una amplia tesitura, amplió su popularidad y éxito en temas rítmicos como románticos.
Fue pieza .clave y figura indispensable de cualquier cancionero de la música mexicana. Esta artista chilena supo hacer siempre su categoría escénica, gama de armonía y de ritmo, primero con su centelleante swing que a la postre preparó el terreno para la llegada del rock&roll en español en las voces femeninas de Angélica María, Julissa, Leda Moreno o Rocío Dúrcal en España.
Su voz cobra fuerza y calidad gracias a su peculiar y versátil estilo de concebir la música en todas sus modalidades con ritmos desde el Beguine, Calypso (y Calypso rock), Cha cha chá, Fox trot, Twist, Bolero y Bolero rítmico o Swing.
En 1959 siendo un año de muchos cambios como el triunfo de la revolución cubana de Fidel Castro, el triunfo del filme Ben Hur en los premios Oscar, o la gran popularidad de Paco Malgesto en la naciente Televisión mexicana, llega el éxito de Monna Bell conquistando España con su tema “Un telegrama” en el primer festival de Benidorm.
En 1960, año del “bochito” de la Volkswagen y del ‘boom’ del cine de ciencia ficción lleno de marcianos y naves espaciales, llega el éxito de la película “Amor sin barreras” (West side story), con temas que conquistaron al público, algo que ya hacía Mona Bell con sus temas, haciendo que migrara a México (donde vivió hasta el fin de sus días) y donde se consolidó su carrera, haciendo que fuese catapultada la misma al resto de Latinoamérica, también, gracias a que combinó sus actividades con presentaciones en vivo y presentaciones en cine y televisión, ya que entre 1962 y 1964 realizó tres películas en México: “Las recién casadas” (1962), “Los secretos del sexo débil” (1962) y “Buenas noches año nuevo” (1964).
Fue una gran señora de la canción y de la sensibilidad interpretativa y triunfa con temas como La montaña, Tómbola (tema que fue resucitado en los 90 con la voz de Johnny Laboriel), Silencio corazón o El día de los enamorados, (que dio título a una gran película en España con Concha Velasco como protagonista), algo que le valió a la “rubia de ojos soñadores y sonrisa angelical”, la oportunidad de refrendar su arte y título de cantante excelsa y fue una de las primeras, en actuar en el Palacio de Bellas Artes en México, D.F., acompañada de la Orquesta Sinfónica Nacional.
Logra grabar un excelente disco a fines de los 60 con los mejores ejecutantes de Jazz mexicanos que fue de lo último que hizo en México antes de retirarse de la vida artística aunque a mediados de los 70 relanzó un disco, “La Montaña”, antes de su retiro definitivo en la década de los ochenta (sobre este LP de Jazz al que hago mención, pueden leer algo y oir algunos temas en este mismo blog). Llegó a tener varios reconocimientos después, gracias a su amigo, el cantautor Juan Gabriel. Lamentablemente fallece de cáncer de colon el 21 de abril de 2008.
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