Gracias, una vez mas, a Juan Antonio Salazar por estos resúmenes de lo que fueron el inicio del rocanrol en la región Lagunera de México, y les dejo este último post (que fue el primero que se publicó por cierto), sobre aquellos años del rocanrol en México. Saludos: GZ
"Nuestras crónicas, naturalmente, tienen por objeto desempolvar los más gratos recuerdos del Gómez Palacio de los años dorados, sin embargo, hay ocasiones en que...... el momento exige resaltar lo más importante, lo que apremia, lo que no se puede dejar para mañana. Con ese criterio hemos tratado y seguiremos tratando todo aquello que consideremos sea del más claro interés local o nacional. Es función de la prensa diaria y en general de los medios de comunicación, informar fundamentalmente sobre lo que acontece en el hoy. ¡Han de dispensar!
¡Un día hubo una fiesta aquí en la prisión/ la orquesta de los presos/ comenzó a tocar…! En la década de los "cincuenta", la voz y la atrevida manera de bailar, que vibraban y resplandecían agigantando la carismática presencia de Elvis Presley, envolvieron a la juventud americana de la post-guerra y encausaron su rebeldía por el free way (bulevar) del pentagrama.
La televisión popularizada en el mundo en la década de los "cuarenta" y en México a partir del 31 de agosto de 1950, es el gran vehículo difusor de la nueva música hecha por y para la juventud. Por supuesto que la radio asume el primer lugar y, muy particularmente, por esos años la aparición de los radios (portátiles de transistores, de tamaño poco mayor al de una cajetilla de cigarros) que eran como ahora, los celulares con Internet, cámara fotográfica, pantalla de televisión y "sabe" que otras "madres", el deleite de una juventud atrapada por la innovación tecnológica. ¡Sin olvidar las Rockolas!.
El cine aportaba con la singular personalidad de James Dean, al ícono de la juventud de mediados de los "cincuenta": el joven inconforme en constante conflicto con sus mayores, opositor a la guerra de Corea, cuya muerte prematura (1955) a los 24 años, en un accidente automovilístico lo proyecta como símbolo de toda una generación ansiosa de libertad. Sus películas, Al este del Paraíso, Rebelde sin Causa (1955) y Gigante (1956) forjaron al prototipo del joven de su tiempo.
Su ser interior, y la manera de expresarlo: las formas de mirar, caminar, hablar y de actuar ante la vida y, naturalmente su manera de vestir (jeans, chaqueta roja, botas toscas) y particularmente el peinado con "copete" que identificó a los "rebeldes sin causa."
Por su parte, Marlon Brando había anticipado en la película "El Salvaje" (1953), otros ingredientes que van formando y transformando la personalidad de los teenagers (quinceañeros, adolescentes) en su anhelo de libertad y de romper con los moldes establecidos. Igualmente, hace lo propio su co-estrella Mary Murphy, en el ánimo de las jovencitas; como Natalie Wood, las impacta en "Rebelde sin Causa". Otra cinta de Marlon Brando "Semilla de Maldad" (1955) colabora con la causa de abrir la brecha generacional entre padres e hijos y, además, es pionera, respecto del Rock, al llevar de fondo su música.
La música, el Rock and Roll de Chuck Berry, Little Richard, Bo Didley, Buddy Holly, Jerry Lee Lewis, Fats Domino, Roy Orbison, Eddie Cochran, Everly Brothers, sin faltar el gran Bill Haley entre otros y, por supuesto, del Rey del Rock: Elvis Presley, envolvió al mundo en un celofán de ritmos estridentes y cautivadores que fueron un regalo perene para una juventud triste y sumida en la desesperanza, al sentirse carne de cañón para las guerras, que sólo han buscado desde tiempos inmemoriales la rapiña, el sometimiento de los pueblos y, más actualmente, el oprobioso comercio de las armas.
Pues bien, México, por su contigüidad con los Estados Unidos y, su ancestral y muy densa migración (no olvidemos que la nostálgica canción, reza: " Por la frontera de México fue…") fue el segundo país en el mundo que "tocó" Rock.
Inicialmente fueron las grandes bandas integradas por adultos en nuestro país, las que lo interpretaron. Sin embargo, muy pronto, la juventud se sintonizó con la frecuencia de moda y surgieron los primeros grupos musicales.
Al principio, escuchando cientos de veces los discos de 45 RPM provenientes de la Unión Americana, en la consola de la casa, nuestros jóvenes desentrañaban la melodía y traducían la letra de las canciones del "jit pareid" Gringo, dando como resultado las bellas e inolvidables "rolas" que enamoraron a más de cuatro de los ahora abuelos y/o bisabuelos.
El Rock estadounidense, en sus albores, se hace presente en México en todo su esplendor en la incomparable belleza, gracia y maestría de Gloria Ríos, quien en las películas Juventud Desenfrenada y La Locura del Rock and Roll (1956) canta y nos da cátedra: "Vengan a bailar Rock and Roll, se los voy a enseñar…Baila conmigo el relojito". ¡Sin duda una Reina del Rock en México!
Los Camisas Negras, Los Locos del Ritmo, Los Teen Tops, The Blue Caps, Hooligans, The Crazy Boys, Loud Jet's, los emblemáticos "Rebeldes del Rock" con integrantes masculinos y Las Mary Jets, Las Chic's, las Hermanas Julián, con sólo damas, entre otros renombrados conjuntos, inauguran el Rock mexicano, que se baila y se aprecia en los salones de baile, teatros de revista y en las Caravanas "Corona".
Llegado el Rock y levantada la gran ámpula social, que definitivamente afectó a todas las familias con hijos en la adolescencia, hembras y varones, se produjo una inmediata reacción alentada por la Iglesia Católica, las escuelas particulares y las Ligas de la Decencia. Privaban todavía muy fuertemente las costumbres conservadoras de los años anteriores a la década de los "sesenta", sobretodo, se dejaba sentir la represión sexual, invitando a la conservación de la virginidad, el recato en el vestir, en los modales.
El baile, no quedaba excluido, por lo que el nuevo ritmo con sus características de masculinidad, sexualidad y agresividad, resultaba chocante a las "buenas familias".
Algunos editorialistas de los diversos medios de comunicación, se mostraron escépticos ante la nueva ola social que involucraba no sólo el aspecto musical, sino a toda la vida de la comunidad, y sostuvieron reiteradamente que el Rock orillaba a la delincuencia juvenil. ¡Ojalá! Los jóvenes de nuestro tiempo, desempleados y sin futuro, se hubieran"clavado" en una "onda" semejante a la de los años "cincuenta" y "sesenta" del siglo pasado, con toda la creatividad, entusiasmo y entrega con que lo hicieron muchos que triunfaron en el arte musical o como empresarios, no teniendo, en su momento, claro el horizonte ni las oportunidades educativas con que ahora contamos.
Pese a todo, los jóvenes de los años primigenios del Rock, cambiaron su indumentaria, sus peinados y, adoptaron la nueva moda: tenis "convers", pantalones jeans ajustados, playera "van-lon", copetes y cola de pato, ellos.
Crepé en el peinado, bien pintaditas, escotes amplios, faldas abultadas con crinolinas, zapatillas puntiagudas y de tacón delgadito, ellas. …y a bailar: "…todo mundo en la prisión/ corrieron a bailar el Rock/corrieron a bailar el Rock/ corrieron…"
Nos encontramos el siguiente domingo D.M. Agur. Por: Héctor Raúl Avendaño"