Los mejores grupos y cantantes de rock de los 60 y 70 en México (y de otros países de habla hispana). La información aquí publicada es con el propósito de entretener y dar a conocer el rock en español de esa época. No hay interés comercial ni mucho menos ganancia lucrativa alguna.
Agradezco a mi buen amigo Sergio León, por esta reseña de Leonorilda Ochoa. Saludos: GZ
Nace un 30 de octubre de 1939. Atraída desde pequeña por el mundo de la farándula, influenciada seguramente por su padre, quien se dedicaba a la música y formaba parte de la Orquesta de la Ciudad de México, Leonorilda abandonó los estudios al término del segundo año de contabilidad para iniciar su carrera profesional participando en los Programas de TV “Variedades de mediodía” y “Cómicos y Canciones”, aunque realmente las primeras imágenes de sus actuaciones que en un servidor quedaron grabadas, fueron las del programa “chucherías”, mismo que se trasmitía los domingos por la noche y era presentado por el siempre agradable conductor: Jorge Labardini.
La comedia ha sido el género al que dedicó la mayor parte de sus interpretaciones y a pesar de que sólo formó parte de los actores de reparto dentro de las diversas cintas de juventud, con el tiempo nos dimos cuenta que nos ha acompañado durante el transcurso de nuestra vida, así es como hoy podemos recordarla al lado de César Costa en “Romance sobre ruedas”, con Julissa en “El dengue del amor”, también con Los Hooligans en “Amor a ritmo de Go Go” y “Los años verdes”, con Alberto Vázquez en “La alegría de vivir” y “Caballos de acero”, en esta última compartiendo roles con Emily Cranz con la que actuó en dos ocasiones más: “Con licencia para matar” y “Muñecas peligrosas”, además de “Cazadores de espías” colaborando con Manolo Muñoz y Ricardo Carrión.
Finalmente, después de largos años de esfuerzo, en 1969 obtuvo su primer papel protagónico ante la pantalla chica, como la tierna, “Abnegada” y simpática “Pecas” al lado de “El Borras” Guillermo Rivas, su “media naranja” en la comedia “Los Beverly de Peralvillo”.
Al igual que muchos músicos de los 50, no fueron rocanroleros por corazón, sencillamente, adaptaron el ritmo a su repertorio y de alguna manera, lo introdujeron en el ánimo y gusto juvenil, con el "visto bueno" de los padres porque lo interpretaban "Orquestas respetables" y no jóvenes rebeldes y estruendosos (jejeje), bueno, les dejo la reseña de este gran "hombre orquesta" mexicano. Saludos: GZ
Nació el 5 de Marzo de 1915 en Los Mochis, Sinaloa. Fueron sus padres Ladislao Rosas y Felipa Rodríguez. Radicó en Los Mochis, Sinaloa; en Nogales, Sonora; en Tijuana, Baja California; en Ensenada, B.C.; en Guadalajara, Jalisco. y en México, D.F. Estudió un año de Leyes y tres años en la Facultad de Química.
Hizo estudios musicales en la Escuela Libre de Música, con el Profesor José Vázquez. Su carrera artística la inició en la ciudad de México en 1953. Su primera obra musical fue "Ya no quiero sufrir", editada por la Editorial de Música Internacional.
La obra con la que tuvo mayores satisfacciones es "¿Quién será?" (en coautoría con Luis Demetrio) porque ha sido un Hit mundial, grabada por artistas internacionales. Esa pieza y el ritmo de su orquesta, le han valido un lugar dentro de la música latina.
Su música sirvió de fondo a varias películas entre las que destacan: México nunca duerme (1958) de Alejandro Galindo, Su Excelencia (1966) de Mario Moreno Cantinflas, Paso a la juventud (1957) con Tin-Tan y, Escuela de vagabundos (1954) con Pedro Infante y Miroslava.
La orquesta de Pablo Beltrán Ruiz grabó el sencillo instrumental Mexican rock and roll, (1956) considerado la primera pieza nacional que incorpora el incipiente ritmo que en pocos años llegaría a conocerse como La nueva música clásica, ya que es a partir de mediados de los cincuenta cuando la clase media mexicana va abandonando los ritmos latinos y se va fascinando con los ritmos sajones.
Su música no falta en los salones de baile y en toda recopilación no puede faltar “quien será la que me quiera a mi, quién será, quién será”.
Las orquestas la tocaban y sirvió de fuente de inspiración a varios creadores. Grupos de mambo, orquestas de danzón y de merengue, de cumbias y más tarde de salsa tomaron como modelo a este músico cuyos éxitos datan de 1953 y siguen sonando en diferentes idiomas y en diferentes películas como en 2006, este tema conocido en inglés como Sway sirvió de tema para la película X-Files, donde Dean Martín canta el conflicto amoroso de Rebecca Scully.
Las big bands de los años 40 influyeron notablemente en los directores mexicanos y en México hay notables ejemplos; en pleno siglo XXI las orquestas locales de los más lujosos hoteles y salones de baile siguen interpretando la música de Pablo Beltrán Ruíz. El Maestro Pablo Beltrán Ruiz falleció el 29 de julio de 2008.
No fue un rocanrolero ni era un jóven adolescente cuando la moda del rocanrol en México pero es uno de los mejores trompetistas de jazz que ha dado México. Les dejo esta reseña, mas que increíble. Saludos: GZ
El relato es de Pepe Morán, su hijo y también jazzista destacado, y del virtuoso Roberto Betuco Arballo, quienes recuerdan emocionados la visita que el músico norteamericano hizo a México en la década de los 80.
Marsalis, quien marcó la década de los ochenta con su espectacular irrupción sobre los escenarios jazzísticos del mundo, fue invitado por el gobierno mexicano a impartir algunos talleres de música, con énfasis en la ejecución de trompeta, su instrumento de dominio. Acudieron estudiantes y músicos en activo a los que el genial trompetista escuchó pacientemente, sin alterarse, impartiendo consejos para mejorar la técnica y explorar nuevos sonidos.
El entonces joven talento, quien incursionó en el jazz desde los 8 años de edad, llegó a México con un estupendo cartel, pues había colaborado con grandes leyendas del jazz como Sarah Vaughan, Dizzy Gillespie, Sweets Edison, Clark Ferry y Sonny Rollins. Al fondo del auditorio estaba el último asistente al taller, embarrado en la butaca, con la trompeta sobre las piernas, desganado, indiferente, que bajó al escenario cuando uno de los asistentes del músico invitado le preguntó si bajaría a mostrar sus habilidades.
Aquel hombre delgado, elegantemente vestido, influenciado por la moda “tintanesca”, bajó con calma desesperante, se posó en el escenario, se puso el instrumento en la boca y se aventó un fragmento de “Pianola”, composición de su inspiración que años más tarde le abrió las puertas de Europa y Oriente. Marsalis, quien después ganó 9 premios Grammy, se quedó clavado al piso, dejó de respirar y enajenado escuchó al legendario “Chilo” Morán. “¡..Se le cayeron los calzones…!
Marsalis, su amigo entrañable desde entonces, dijo: “así se toca el jazz, con fuego, con alma, sin alardes; no se necesita de virtuosismo, sino de corazón, así como lo toca el maestro Chilo..”
Dos historias, dos finales
Las de nuestro querido Chilo Morán y Marsalis son historias semejantes con finales diferentes. Ambos fueron introducidos a la música desde niños por sus padres, también músicos destacados. Ambos fueron “envenenados” por el jazz y ambos buscaron en los sótanos del género formas de comunicar los sentimientos de la humanidad más allá de las palabras, rompiendo las fronteras limitadas del idioma
El contrastante final de ambos radica en la cultura desigual de nuestros pueblos. Marsalis fue reconocido por la prestigiosa revista “Time Magazine” entre las 25 personas más influyentes de EE.UU y en 1997, dos años antes de la muerte del sinaloense, fue el primer músico de jazz que ganó el Premio Pulitzer en la categoría musical con el disco “Blood onthe Fields” (Sangre en los campos), una oratoria épica sobre la esclavitud.
Nuestro “Chilo”, con iguales o mayores méritos, solamente recibió un modesto homenaje en el teatro Ángela Peralta y se le recuerda y olvida, al alimón, como uno de los padres del jazz en México. Nació el 19 de noviembre de 1930 en el pueblo serrano de Concordia, Sinaloa. Hizo sus estudios primarios en Acaponeta, Nayarit, y a los doce años era ya primera trompeta en la orquesta de don Genaro Morán, su padre.
Al cumplir 18, emigró a la ciudad de México e ingresó a la Escuela Libre de Música, donde estudió solfeo con los maestros José Francisco Vázquez, Juan León Mariscal y Humberto Hernández.
Para sobrevivir en la entonces “región más transparente del aire” desempeñó varios oficios que apenas le daban para comer y pagarse los estudios. Después de muchos sufrimientos, integró su primera orquesta en 1951 y 4 años después, junto a Mario Patrón y otros excelentes músicos, grabó el primer disco de rock and roll en México, acompañando a la sensacional Gloria Ríos.
A partir de entonces, formó parte de las orquestas de Arturo Núñez, Ismael Díaz, Luis Alcaraz, Agustín Lara y Pérez Prado, con quien grabó su primera improvisación, la pieza “Pianola”, que le abrió las puertas de Europa y Asia. A su regreso de una gira con “El cara de foca”, inauguró el “Rigus”, donde se presentaban Víctor Ruiz Pazos, Mario Patrón y Tino Contreras, entre otros. Sin embargo, su faceta empresarial fracasó “pues el jazz en México no da para comer, mucho menos para sostener un proyecto de este tipo”, dijo. Luego abrió otro templo del jazz que también cerro “porque la musical y empresarial son actividades incompatibles”, reconoció.
Regresó a lo suyo como primera trompeta en la orquesta de Agustín Lara y solista en la de Chico O’Farrill, Henry Mancini, Paul Muriat, Sergio Méndez, Jerry Lewis y Frank Sinatra.
¡Abrió Bellas Artes!
A fuerza de insistencia, y bajo la idea de que el jazz es un género tan respetable como la ópera o la música de Mozart o Beethoven, logró que el suntuoso y discriminador Palacio de Bellas Artes, abriera sus puertas en 1962 para que por primera vez en su historia se presentara un grupo formal de jazz, dirigido por el sinaloense.
Cinco años más tarde realizó una gira por Estados Unidos, incluyendo Las Vegas, San Francisco, Chicago y Nueva York. Le acompañaron Lenny Andrade, como voz solista; Mario Patrón, en el piano; Víctor Ruiz Pazos, en el bajo; Rodolfo “Popo” Sánchez, en el saxofón alto; Javier Zainos, en la batería; y el “Negro” José de Jesús Muñoz, en las percusiones. El éxito fue completo. En 1980 fue contratado por la orquesta de Paul Mauriat para presentarse en países asiáticos y participó en el festival “Los Internacionales del Jazz”, alternando con otras leyendas mundiales del género.
Un tanto desanimado ante la poca respuesta de la sociedad mexicana hacia el jazz, inició una etapa como arreglista de diversos cantantes de baladas, como José José y Emmanuel. Pero aunque le fue muy bien económicamente, su pasión pudo más y en 1991 regresó al jazz haciendo un dúo magnífico con el pianista Leonardo Corona, con quien grabó el disco “Mexican Favorites”, una serie de arreglos en tiempo de jazz a temas populares mexicanos como “Negra Consentida”, “La Panchita” o “Cuando vuelva a tu lado”.
Gracias a su intervención, la UNAM realizó ciclos sobre el tema y, bajo su patrocinio, se organizaron festivales en Ciudad Universitaria. También participó en la prolífica industria cinematográfica y en la incipiente televisión. Colaboró como músico y actor en cintas de Tin Tan, “El Santo, el enmascarado de plata” y en la película “La Fuga de Carrasco” en 1987, así como en la telenovela “Si Dios me quita la vida”, al lado de Daniela Romo. En 1983 fue nombrado hijo predilecto de Concordia y al año siguiente el Gobierno del Estado de Sinaloa, DIFOCUR y el Ayuntamiento de Mazatlán, le rindieron un merecido homenaje. Un año antes de morir, recibió la medalla “Mario Ruiz Armengol”, máxima presea que otorga el Sindicato Único de Trabajadores de la Música.
En entrevista con el diario La Jornada en 1986, reproducida por Alain Derbez en su libro “El Jazz en México”,hizo una breve reflexión sobre la pobre difusión que los medios masivos mexicanos hacen del jazz: “antes si me sentía mal, pero hoy acepto que en nuestro país la educación musical no es como los músicos quisiéramos. Además, la gente no tiene la culpa ni la obligación de saber música; simplemente escucha lo que le ponen en la radio. Este último punto me hace reflexionar sobre el intento de los medios para ser incluyentes con los materiales que nuestro país propone, no como obligación sino como la misión propia de un eslabón que da continuidad a un trabajo realizado con la más alta de las expectativas cualitativas y cuantitativas…”.
“Chilo” dejó grabado su legado musical, su trompeta abrió puertas infranqueables, vinculó a la UNAM con el jazz, acompañó a muchos interpretes, reinventó el catálogo clásico de la música mexicana y, por si todo esto fuera poco, dejó a Pepe, su hijo, como muestra viva de que el jazz es prolongación genética que no morirá.
A los 68 años de edad, el jueves 8 de abril de 1999, a las 3:15 de la mañana, víctima de la diabetes dejó de existir en la ciudad de México uno de los más dignos y talentosos padres del jazz en México. Como a muchos otros, pueblo y gobierno sinaloenses le adeudan el justo reconocimiento a su talento y legado (Semblanza incluida en el libro La Patria Íntima/Todos Somos Sinaloa de Mario Martini)
Este grupo guapachoso de Campeche fundado por por Luis Antonio Ruiz Pinzón (tecladista) no fue un grupo rocanrolero, aunque se inician en el año de 1962 en pleno auge del rocanrol y el twist...su género musical interpretativo (óorale) fue de corte baladista y sobre todo, las cumbias, aunque su música cambia de estilo hacia 1964-65, cuando se graba este nuevo ritmo, "ska", que sería populiarizado por Toño Quirazco, y por ser un nuevo sonido que sería popularizado algún tiempo después por otros grupos, incluidos Los Yorsys.
El disco es de 1965 (el mismo año en que Toño Quirazco publicaba sus primeros temas de ska en Mexico, y unos meses antes que Los Socios del Ritmo) y si, tambien fueron de los primeros en grabar este nuevo ritmo, que nada tiene que ver con el ska actual, el de los años noventa, pero que fue ampliamente difundido por México y de aquí, a otros países de latinoamérica.
Por desgracia, y como casi siempre ocurrió con muchos otros grupos, el LP pasó sin pena ni gloria para esta agrupación que no mucho tiempo después lanzaría su primer exito "Vamos a platicar" una singular balada que rompía corazones en su momento y que marcaría parte del estilo musical del grupo. Como dato interesante, tienen una versión nada guapachosa al tema Funky Chicken de Rufus Thomas, y que también versionara el gran Lalo Duarte (a quien mando un saludo).
Aparte del LP, grabaron un sencillo con los temas Aceite en mi lámpara y Bailando en el safari. Agradezco a Manuel Martínez (+) los temas que aquí se presentan. Les dejo, igualmente, este texto: "Los Señores Antonio Ruiz Arias y la Sra. Irma Pinzón de Ruiz desde su puesto de tacos llamado y bautizado por los isleños cubanos “EL SOCIO” escuchaban a sus dos hijos divertirse con los sonidos que producían los diferentes “instrumentos” que encontraban a su alrededor en compañía de otros niños imitando la música que se escuchaba en la radio de aquélla época.
Fue hasta el 12 de noviembre de 1962 cuando el matrimonio Ruiz-Pinzón destina sus ahorros y bautiza en la Iglesia de San Francisco de Campeche, Campeche a su grupo musical “Los Socios del Ritmo”, nombre derivado de una novena de Béisbol que el Sr. Ruiz tenía llamada “Los Socios del Puente”. Empezó así la historia de la Leyenda Musical viviente."
Este grupo no era mexicano, sino chileno, y lo pongo aquí como curiosidad histórica. Saludos y agradezco a mi buen amigo Chava por algunos temas aquí presentados. Atte: GZ
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The Carr Twins (o Los Gemelos Carr) son un duo chileno formado por los hermanos Juan y Carlos Carrasco. Se inician siendo niños, a presentarse en los programas “La feria de los deseos” y “El club del Tío Alejandro”.
Gracias a este último se inician en la grabación de rondas infantiles y es hasta 1960 cuando graban “El pelele de Cathy” y “Aquí en mi corazón” en Discos Odeón, lo que les abre las puertas al estrellato en Chile y llegan a Argentina donde participan en diversos programas como miembros del “Club del Clan” junto a estrellas locales como Palito Ortega, Violeta Rivas o Leo Dan o de talla internacional como Charles Aznavour, Trino López o Rita Pavone, entre otros.
Se supieron mantener en el gusto de la afición chilena y fueron considerados figuras de “la nueva ola” de los sesenta, con temas como “Esta noche mi amor”, “Susana” o “Vida mía”.
Tras su aventura argentina, migran a los EUA y tuvieron varios años de triunfo en Las Vegas, viviendo ahora en Jersey siguiendo en el medio musical con una empresa propia.
Agradezco los datos de los integrantes y la breve reseña de Los Diplomáticos, al buen amigo Ladislao 'Lalo' Martínez....saludos: GZ
"Esta foto tomada en Noviembre de 1966 muestra la Banda de Rock organizada por Fernando Bustamante"La Changa" para tocar en la terraza Casino con el nombre de "Los Diplomaticos".
A la izquierda en la linea de abajo,aparece Alfonso Samano"El Seven"(Armonia) y a su lado dos saxofonistas de Xochimilco(amigos y companeros de Alfonso, en el Conservatorio Nacional de mexico). En la segunda linea, aparecen Andres Rocha (bateria) y Almaguer (pianista).
En la siguiente linea aparecen Fernando Bustamante"La Changa" (requinto) y a su lado Polo Terna (bajista). En la linea superior aparecen dos trompetistas de Xochimilco (tambien amigos y compañeros de Alfonso Sámano, en el Conservatorio Nacional de México). Dias despues Andres Rocha dejo el grupo y emigró a Estados Unidos.
Va la reseña del grupo: Con la inquietud propia de la juventud, Mario Martínez, junto con Norberto Duarte y Fernando Bustamante, organizaron un grupo y lo llamaron “Los Diplomáticos” el cual estuvo integrado por:
Héctor Martínez” El Borrado” (cantante)
Fernando Bustamante ”La Changa” (requinto),
Norberto Duarte” La Tía” (armonía);
Mario Martínez (bajo),
Francisco Morales (saxofón) y
Mario Alberto (Beto) Villarreal (batería) .
Estructurado el nuevo grupo y bien ensayado, se van a México D.F. donde trabajan en diversos Cafés cantantes, pero poco después, Beto Villarreal deja el grupo para ingresar al grupo de Javier Batiz por lo cual deciden traer otro Baterista de Matamoros. Quince días después, Arturo un muchacho que trabajaba con ellos, se fue a Matamoros a buscar un Baterista , invitando a muchos, pero nadie se quiso ir , el único que aceptó fue Andrés Rocha y llegó con el.
Después de estudiar arduamente una semana, empezaron a tocar en el Harlem de los Hermanos Tena, donde sufrieron las redadas de la Policía a pesar de que en los cafés cantantes no se vendía alcohol. En esos días, Héctor Martínez “El Borrado” andaba en Matamoros y a su regreso, los convenció de grabar en Discos Orfeón recomendados por Lalo Carrión y sacaron un disco de 45 RPM con las canciones “Es Por Ti” y “Me vuelves Loco” y participaron en fotonovela ”Mas Allá del Sol” protagonizada por Cesar Costa, Olivia Michel y Roberto Cañedo.
Además se presentaron en el programa de televisión “ Orfeón a Go Go”, alternando con Los Rockin Devil’s, Los Seventeens, Los Polivoces y el Loco Valdez. Al terminarse el trabajo en el Harlem, consiguieron trabajo en la Terraza Casino, la cual estaba en remodelación y tenían que esperar un mes para empezar a trabajar. La Terraza Casino era un lugar muy grande y lujoso tres en uno: En una pista había solo música de Rock´n’ Roll, en otra había mariachis y la última era un Restaurante con espacio de música en vivo. Aprovechando el tiempo de espera, Andrés Rocha y Mario Martínez fueron contratados por los Ovnis para tocar una semana con ellos en el programa de Vianey Valdez “Muévanse Todos” yendo los miembros del grupo a apoyarlos, excepto Héctor Martínez y Fernando Bustamante quienes se quedaron en México. Al término de esa semana los que fueron a Monterrey, se regresaron a Matamoros a esperar el trabajo de la Terraza Casino.
En Matamoros Los Diplomáticos, se reagrupan y entran Jesús” Chuy” López y Simon Fuentes. (cantante), empezaron a trabajar en el Matamoros café y en el restaurante de un Chef muy conocido que le decían “Garcita”. Días después Andrés Rocha fue a México a levantar su batería y entró en su lugar Daniel López” La Chiva”. Andrés Rocha, se quedó en México D.F. dos semanas a tocar con una banda de rock que había organizado Fernando Bustamante” La Changa” para tocar en la Terraza Casino y le había puesto el nombre de los Diplomáticos. En esa banda cantaba Fernando Bustamante y el Baby Moreno. A pesar de que el lugar estaba muy bonito y pagaban muy bien, comenta Rocha, la Banda no era la original; entonces decide dejar el trabajo y venderle la batería a Héctor Martínez "El Borrado" y ya no regresó a Matamoros, se fue directo a Houston donde vive hasta hoy. Mario Martínez y los integrantes que se quedaron en Matamoros, siguieron tocando, hasta que terminaron desintegrándose como los otros grupos que los antecedieron. Cabe decir que con sus alegrías y tristezas, triunfos y derrotas todos los músicos involucrados en este reportaje, dejaron su huella en el tiempo y el espacio, colectiva o individualmente como fieles amantes del Rock Mexicano.
Investigación hecha en Julio 2011 por José Humberto Gutiérrez en San Antonio Texas con las entrevistas telefónicas hechas a: Andrés Rocha, Rene Izaguirre. Mario Martínez y Francisco Morales. Atte: Lalo Martínez"
Vigentes entre 1967 y 1969, graban diversos temas, entre ellos covers a los Beatles. Destaca su versión a "Lady Madonna" y "Hola, adios", así como "Noches de San Francisco" de Eric Burdon y los Animales, "Linda nena no te enojes" de Brenton Woods o "Incienso y menta" de Strawberry Alarm Clock.
Aparte de este LP (y un sencillo y un EP con temas contenidos en el LP), graban un sencillo y por la falta de promoción, se desaparece el grupo, aunque siguen ensayando volviendose a unir en 1970 y empezar una nueva etapa, ya con el nombre de "Los Chicanos" (nada que ver con el grupo sesentaro de 'Pepe y sus Chicanos'), enfocados a una nueva faceta de baladas y temas románticos.
Este es uno de los grupos pequeños de los que no tenía nada de información. Agradezco a Lalo Martínez por tener fotos e información del mismo. Saludos: GZ
Se inician cuando un grupo de amigos se reunen y empiezan a tocar el ritmo de moda: El rocanrol. Originarios de Matamoros, Tamaulipas, se enriquecen oyendo muchos grupos de EUA a traves de la radio estadounidense, y tras muchas peripecias, se hacen de buenos amplificadores y guitarras Fender, y tras conseguir un local de ensayos y presentaciones, los Golden Boys estuvieron tocando por tres años consecutivos, hasta que la popularidad de ellos llego a oidos de un locutor y promotor loca, Juventino Lozano, quien conjuntamente con Pilo Puente (director de una Orquesta local) habían reabierto el famoso Matamoros Café el cual habia estado cerrado una larga temporada y se vuelven el grupo del mismo.
La contratación de los Golden Boys fue un éxito, pues muchos jóvenes del valle de Texas y la región de Tamaulipas visitaban cada domingo el lugar, llegando a tener tanta aceptación que no les faltó trabajo, alternando además en otros lugares como "El Túnel" y en "La tertulia" del "Matamoros Café" llegando a alternar ahí con grupos de la época como Los Tj's, Los Rebeldes del Rock, Los Silver Rockets, Los Rockin Devils, Los Apson, Los Seven Days o Los Rogers, asi como con grupos locales como Los Angeles Azules, Los Jetson, Los Wonders, Los Fender, Los Youngers o Servando Santillana, entre otros.
En 1965, sale René Izaguirre del grupo para irse con Los Yaki como asistente de José Luis Gazcón y entra en su lugar Lisandro Rodríguez. Salen de Matamoros y llegan a trabajar a Puerto Vallarta y prueban suerte en Jalisco y Nayarit. Llegando allá tuvieron trabajo y cuarto gratis para cinco personas como grupo habitual de un hotel, tocaron dos meses y cuando el trabajo se acabó tuvieron que irse a un motel...y a pasar penurias....hasta que llegan a Nayarit a tocar en unas fiestas locales....regresan a Matamoros y estando allá, la debilitada estructura del grupo, motivó la desintegración en 1965….pero eso sí, dejan su huella en el Rock mexicano, con la grabación de dos temas: "Me sentaré a llorar" y "Oh, floja".
Los otros miembros fueron Raul Ramirez (requinto), Fernando Dominguez (bajo), Pedro de la Cruz (cantante); Andres Rocha (bateria) y Rene Izaguirre (Armonia).
Este es uno de esos discos más que obscuros de la psicodelia/garage rocanrolero hecho en México en los sesenta. No hay mucho escrito de ellos o sobre ellos, pero eran como Bodo Molitor, roquero alemán que aprovechó su estancia de estudios en México para grabar un LP y hacer portadas para su disco y otros artistas (ver en este blog su entrada), así que con Flying Karpets ocurrió lo mismo.
Tengo entendido que eran un grupo de estadounidenses que se pasan a territorio mexicano y aquí graban este LP....tienen versiones interesantes, y si, parecerá que en algunas canciones están fuera de tono, pero no importa, este LP se convirtió en un objeto de culto por algunos coleccionistas y es un LP dificil de encontrar.
Rebuscando entre mis archivos, tengo la contraportada, cuyo texto es el que pongo a continuación: "Flotando al lado de The Flying Karpets (Las Alfombras Voladoras), llega hasta nosotros el sonido de una y sensacional música que nos mantiene el espiritu en el aire... su suave y dulce ritmo nos llega del cielo y nos habla de amor, quien la escucha, sonrie y se llena de felicidad.
Tony escribe las letras con la ayuda de los demás y pocos hay como él para dar al requinto esa alegría armónica...Frank acompaña con su guitarra mientras Chris interpreta su Thump Thump Thump con el bajo eléctrico. Peppe lleva el ritmo con sus tambores y Paul logra obtener un psicodélico y diferente sonido al piano, al órgano y a la celesta.... WOW!! Que viaje!!!!"
Doce temas grabados para la marca "Son-Art" y creo que el LP pasó sin pena ni gloria, pero oyendolo, es una joya. Si, faltaron algunas mejores técnicas de grabación pero tienen buen sonido. Fueron doce covers de diferentes géneros de música: Monkees (I wanna be free), Jefferson Airplane (White rabbit), Doors (20th Century Fox), Animals (San Francisco Nights), Byrds (My back pages), Brenton Woods (Gimme a little sign), The Buckinghams (Mercy, mercy, mercy)....en fin, muy bueno para los que buscan completar rarezas de grupos de "garage" y rock urbano. Saludos: GZ
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